lunes, 5 de enero de 2009

ESQUIMALES FAVORITOS 2008 (DEL 1 AL 11)



01. PORTISHEAD “THIRD” (Island)


Third es la victoria sobre el Tiempo, sobre el Mito, sobre el Sonido, sobre la Leyenda.
Podrían haber sucumbido al miedo y haber optado por la vía fácil, regalarnos nuestros oídos, obsequiarnos con una muestra de Trip hop con clase y haber cubierto el expediente. Pero este trío de genios tiene clase, talento y honestidad.

Tras 11 años de oscuridad, Third sale a la luz para vergüenza de todos los que no creyeron en ellos, para sonrojar al panorama musical actual. Una obra hiriente y arrebatadora, prácticamente perfecta, que hace renacer a Portishead de sus cenizas y encumbrarlos a lo más alto, no solo del 2008, sino de la década.

Y lo hacen con un más difícil todavía, con una obra que sofocante y angustiosa, de barroquismo extralimitado. Un salto sin red al vacío, sólo porque sí. Por amor a la música.

Third es una bendición.





02. BON IVER “FOR EMMA, FOREVER AGO” (4AD)


La gran sorpresa del año.

Ya sé que no se le debe desear el mal a nadie, pero parece que las calamidades inspiran a Justin Vernon, cabeza pensante de Bon Iver.

Su novia lo deja, su grupo se disuelve y él se recluye en la casa de campo de sus padres. Allí decide desprenderse de sus demonios junto a la al fuego de la chimenea, resistiendo al duro invierno en compañía de la soledad y su guitarra. El resultado es For Emma, Forever Ago, una de las más impresionantes muestras de desnudez emocional del último lustro. Las canciones duelen, son un ejercicio de expiación, de reflexión y de nostalgia.

¿Has amado alguna vez? ¿Has sufrido por amar? Vernon cicatriza sus heridas con sal. Folk catártico.
Sé que desear el mal al prójimo es un pecado grave, pero a Justin Vernon se inspira el dolor. ¿Habrá algún Ipod en el infierno?





03. FENNESZ “BLACK SEA” (Touch)


Tras 4 años buscando un camino para llegar al mar, Fennesz se da de bruces con la profundidad del mar Negro.

Black Sea, es la obra más personal y reflexiva de Fennesz. No inventa nada nuevo, no sorprende al oyente ni se adentra en la vanguardia electrónica como nos tenía acostumbrado en otras obras. Es una pequeña anomalía.
Sí, hay loops, pequeñas maquinas ruidosas y mucha distorsión y, sin embargo, casi diría que se trata de una obra de cantautor. Fennesz desnuda su alma, dando una importancia vital a un instrumento puro como es la guitarra, dejándose llevar por la marea, sintiendo, saboreando cada instante, con cada acorde. Un ejercicio supremo de plasmación paisajística. Nunca estaremos más cerca del mar que al escuchar “Black sea”.

Folk congelado. Más frio que el propio invierno.




04. FLEET FOXES “FLEET FOXES” (Bella Union)


Sin duda el grupo revelación de 2008, el conjunto de Seattle se arranca con un debut maravilloso de folk con mucho sabor añejo americano.

En este disco hay mucho de Crosby, Still, nash & Young, Dylan o Simon & garfunkel, entre coros celestiales y folk del medievo (la ilustración desorienta pero clava las pretensiones del grupo), todo aderezado con un buen chorreón de psicodelia sesentera. Una delicatesen, vamos.

Difícil encontrar este año canciones que efluyan el halo de magia de cortes como “White Winter Hymnal” y “Quiet Houses”, el seudo western de “Your Protector” o “Blue Ridge Mountains”; eso sin contar “Mykonos” y “English House”, otras dos perlas pertenecientes al EP Sun Giant (Bella Union, 2008).

Podemos estar presenciando el nacimiento de algo grande. Habrá que seguirlos muy de cerca.





05. TV ON THE RADIO “DEAR SCIENCE” (4AD)


Tv on The Radio se destaca como una de las mejores bandas del momento. En su “difícil” tercer disco, David Sitek y compañía igualan, e incluso mejoran por momentos, lo ofrecido en sus dos anteriores propuestas a base de una exhibición de pura imaginación, donde apuestan por el pop, el funk, hip hop y el soul en su máxima expresión.

Hay quedan esos hits “casi” inmediatos que son “Halfway Home”, “Dancing Choose” y “Golden Age”, son pequeñas descargas eléctricas directas a tu sistema nervioso. Pero si hay algo que hace grande a este disco es la sensacional cara B con “Love Dog”, “Shout Me Out” y “Dlz”, para terminar con la marcha festival de “Lover’s Day".

Dear Science no solo es muy bueno, sino que además es divertido y destila ritmo por los cuatro costados. Y lo mejor es la sensación de que aún pueden dar más.





06. JÓHANN JÓHANNSSON “FORDLÂNDIA” (4AD)


En el año en que Max Richter, Matthew R. Cooper (Eluvium) o Helios se han echado a dormir, Jóhann Jóhannsson ha decidido dar un golpe de autoridad en la mesa y sacar el mejor álbum de su carrera.

Fordlandia, segundo álbum de una trilogía basada en la utilización de marcas tecnológicas iconográficas americanas, consigue llegar donde IBM 1401, A User’s Manual (4AD, 2006) no pudo: la conjunción perfecta entre el clasicismo orquestal y el ambient, pero evitando el extremismo autista de sus dos primeras obras. Ahora es más listo, mejor compositor, con un talento desbordante que alcanza su máximo exponente en corte homónimo inicial “Fordlandia” y “How We Left Fordlandia”, probablemente las mejores canciones de 2008.

Fordlandia es una banda sonora imaginaría perfecta, un viaje a vista de pájaro por paisajes desolados.





07. DEERHUNTER “MICROCASTLE” (4 AD)


Ha querido Bradford Cox aunar en Microcastle todo el atractivo que tenía Cryptograms (Kranky, 2007), los méritos del EP Fluorescent Grey (Kranky, 2007) y el potencial que intuíamos con su proyecto Altas Sound.

El resultado es una obra de rock inteligente que rehúye de todo lo vulgar que el Shoegazing
puede ofrecer y que nos hace recobrar las esperanzas en un estilo hundido por obra y mérito de grupos mediocres. Microcastle es pop vivo, vehemente, épico. Pese a la tendencia a la divagación que Cox, que no hace sino enturbiar el resultado global de la obra, atesora en él más momentos memorables que el 80 % de los álbumes de 2008: “Agoraphobia”, “Never Stops”, "Little Skids”, “Nothing Ever Happened”...

Cox nos ha hecho recordar cuan buenos eran los tiempos en los que bandas como My Bloody Valentine o Spacemen 3 eran las mejores. Un pelotazo.





08. SHEARWATER “ROOK” (Matador)


Jonathan Meiburg, miembro cofundador de Okkervil River, es el responsable de firmar uno de los discos más bellos del año a los mandos de su proyecto personal Shearwater.

A medio camino entre Micah P. Hinson y Mark Hollis, Rook atrapa al oyente en su telaraña hiriente, gracias a miniaturas folk de una belleza desorbitada. Meirburg demuestra su absoluta admiración por el ex líder del Talk Talk en cortes como “I Was a Cloud” y “Home Life”, cuando no se adentra en sonidos medievales (“Leviathan Bound”), nos agasaja con uno de los temas pop más bellos de la temporada (“Rooks”) o incluso se atreve con su propia visión del “Pyramid Song” de Radiohead en ese tributo encubierto que es “The Snow Leopard”.

No se puede pedir más. Shearwater son peligrosamente adictivos.
¡Sorpresón!





09. SIGUR ROS - MEA SUA I EYRUM VIA SPILUM END (EMI)


El grupo islandés suaviza su discurso y se pasa al lado más bello de la vida, a base de edulcorar melodías y evitar los excesos guitarreros.

Para ello eligen al productor Flood (U2, PJ Harvey o Goldfrapp) quien parece haberlos asesorado muy bien a la hora de fabricar algunos de los temas más asequibles que hayan dado nunca, como “Inní mér syngur vitleysingur” o “Við spilum endalaust”.
El resultado es por momentos desconcertante: capaces de provocar el aburrimiento más supino por vía de “Illgresi” o “All Alright”, o arrancarse con momentos tan apasionantes como “Gobbledigook” (ritmos tribales cercanísimos a Animal Collective), ese aria clásica que es “Ára bátur” o el glorioso clímax que es “Festival”.

Han bajado el listón, sí, pero siguen siendo muy buenos.





10. NICK CAVE AND THE BAD SEEDS - DIG LAZARUS DIG (Mute)


Nick Cave es probablemente lo mejor que ha dado el continente australiano junto con los koalas. Pasan los años, se suceden las listas de los mejores discos del año y él siempre está ahí.

Si el año pasado sorprendía a todos con un proyecto paralelo y ese look a lo Wyatt Earp, ahora vuelve en compañía de las malas semillas para darlos una nueva porción de rock sudoroso y gamberro.

Dig Lazarus Dig!!! es un disco sin fisuras, que pule, matiza y a veces mejora los logros de Grindermen. Para el recuerdo esos maremotos de teclados y guitarras de “Today´s Lesson” y “We Call Upon The Autor”, o ese baladón marca de la casa que es “Hold On to Yourself”.
Nick Cave ha abandonado su rol de crooner, ha decidido dejar de acariciar las teclas de su piano y ahora empuña su guitarra con rabia, retando en duelo a quien se ponga por delante.

Incombustible, pese a sus 51 añitos del ala.